Paro del SAG golpea al corazón de la industria ganadera nacional y pérdidas ya se acercan a los US$ 8 millones

La industria de la carne bovina producida en Chile ha perdido cerca de US$ 8 millones en menos de un mes, según la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile (ChileMeat). Ese es el impacto acumulado desde el 13 de octubre, cuando se inició la paralización de funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

Aunque 80% de las funciones del servicio ya se reanudó, el 20% restante —concentrado en las regiones de Los Ríos y Los Lagos— sigue afectando a tres plantas clave, que representan 35% de la producción nacional, en el corazón ganadero del país.

Este panorama de incertidumbre, denuncian los empresarios, impide normalizar el ciclo de caja de productores y exportadores, poniendo en riesgo el encadenamiento de pagos. 'Los impactos económicos afectan a toda la cadena, desde el ganadero hasta el consumidor, tanto nacional como de exportación. También golpean a los trabajadores, que pierden bonos de productividad', señala Rafael Lecaros, gerente general de ChileMeat.

Daño cuantificado

En la planta de Valdivia de Ñuble Alimentos, el costo fijo diario por jornada no trabajada asciende a US$ 70 mil, y las pérdidas acumuladas por animales no faenados ni despostados se acercan a US$ 500 mil.

En Osorno, la Corporación de la Carne (Corpcarne) estima un perjuicio diario de US$ 130 mil para sus asociados, considerando lucro cesante y costos indirectos por manejo de ganado. 'El paro ha generado un impacto financiero inmediato y catastrófico en nuestra operación. El mayor riesgo es la ruptura de la cadena de pagos con los productores', afirma el gerente general Pedro Quezada.

Los productores también enfrentan sobrecostos por alimentación y mantención del ganado, lo que agrava las pérdidas. 'Cada día de retención excede el peso ideal de faena, encarece la alimentación y reduce el rendimiento de los cortes', añade. 'Además, el hacinamiento aumenta la probabilidad de enfermedades y pone en riesgo la trazabilidad sanitaria del país'.

Efecto dominó

El incumplimiento de contratos internacionales podría dañar el prestigio del sector, entregando ventaja a competidores del Mercosur, que poseen una masa ganadera de 350 millones de cabezas, frente a los 2,5 millones estimados en Chile.

Incluso el sector lechero acusa el golpe. Empresarios indicaron a DF que hasta ahora no se han reportado casos de desabastecimiento ni alzas generalizadas en los precios de forrajes, suplementos o productos veterinarios, pero advierten que el principal riesgo radica en la logística y en los procesos de certificación.

'Las demoras en estos ámbitos pueden provocar cuellos de botella y presiones al alza en los precios internos', señala Fedeleche.

Rafael Lecaros explica que todavía no hay certezas sobre la reacción de compradores de China, Japón, Corea y la Unión Europea ante posibles atrasos en las entregas, puesto que se tarda hasta 45 días en colocar los productos en sus destinos. El dirigente subraya que la formalidad de los exportadores chilenos 'es lo que ha permitido diferenciarse' y generar confianza en los mercados internacionales, y advierte que sería 'muy lamentable perder lo que ha costado tanto ganar'.

Arturo Rock, gerente de planta de Valdivia de Ñuble Alimentos, es lapidario: 'El daño que se le causa al consumo de carne bovina nacional es inmensurable, entregando ventajas a la carne importada, que hoy cubre cerca del 70% del mercado'. La producción de carne fresca está parcialmente detenida en la planta de Valdivia, y las proyecciones de la compañía indican un quiebre de stock inminente. Actualmente utilizan las últimas reservas en cámaras para cumplir contratos críticos.'Si la paralización se extiende, en menos de una semana no podremos surtir cortes frescos'.


POR SILVANIO MARIANI-

El Diario Financiero