En base a una planificación estratégica de combate, prevención y mitigación, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) presentó ayer el plan regional de cortafuegos para enfrentar la temporada de incendios forestales 2024-2025. Son en total 670 los kilómetros en los que Conaf y el MOP buscan limpiar el material combustible, presentando a esta altura del año ya un 70% de avance, siendo una de las zonas prioritarias la Provincia del Biobío.
El seremi de Obras Públicas, Hugo Cautivo, explicó que el compromiso es completar los 670 kilómetros (km) de cortafuegos al 31 de diciembre. De esta forma, el trabajo consiste en la construcción de cortafuegos, limpieza de faja y roce con el objetivo de disminuir toda la maleza y plantaciones forestales que puedan estar dentro de la faja para mitigar el avance del fuego ante el caso de un incendio forestal.
'Como Ministerio de Obras Públicas, tenemos un avance cercano al 70% del compromiso, que son 670 km en total (de cortafuegos), a nosotros nos corresponden 427 km. Pero hemos querido atenernos a un desafío mayor, hoy también nuestra administración directa está trabajando en la limpieza de faja para bajar la intensidad de la maleza que hay en muchas rutas y ya tenemos 250 km adicionales que se han realizado', agregó Cautivo.
Planificación

A raíz de los aprendizajes de temporadas pasadas, siendo la más compleja en los últimos años los incendios del verano del 2023, Cautivo explicó que junto a Conaf se ha trabajado en generar una planificación estratégica de combate, prevención y mitigación de los siniestros, logrando determinar aquellas zonas o puntos que previamente han sido afectadas y que presentan características de mayor riesgo sobre la ocurrencia de incendios.
'Esta es una labor que se centra en aquellos lugares en las cuales existe una mayor cantidad de masa vegetal aledaña, en nuestro caso, pero también tiene que ver con una planificación de diagnóstico que ha realizado Conaf de aquellos lugares en donde existe mayor peligro o riesgo de ocurrencia de incendio', agregó el seremi.
Sobre esto mismo, el director regional (i) de Conaf, Alberto Bordeu, explicó que 'no es solamente cumplir con una cantidad de kilómetros, sino que dependiendo de la ocurrencia, la cantidad de combustible y el orden de propagación que podría tener un incendio, se ha programado sectores en cada una de las rutas, con un cierto kilometraje'.
A esto agregó que se tomó en consideración la maduración de la vegetación, las condiciones climáticas, por lo que el valle fue el punto de inicio debido a que es la zona que empieza a presentar las más altas temperaturas, secando la vegetación; seguido de la zona costera y en última instancia la zona sur de la región.
'Si uno ve la planificación de cómo se han ido ejecutando las actividades, precisamente se han centrado primero en la Provincia del Biobío, en segunda instancia en la Provincia de Concepción y un poco más tardío en la Provincia de Arauco, porque todavía tenemos mayor humedad y aún está creciendo material fino, esperando que tenga un grado de maduración, cosa que el trabajo sea más efectivo y eficiente en términos del uso de los recursos', agregó el director.
Despliegue

En materia de cortafuegos, Conaf presenta cerca de un 40% de avance en los kilómetros de trabajo que se les asignaron, mientras que el MOP un 70%. Al respecto, Cautivo recordó que también existe un compromiso por parte de las empresas concesionarias en las rutas, así como en los contratos globales, pero también de los municipios, los cuales también cuentan con responsabilidades en esta área preventiva.
Por último, el seremi de Obras Públicas detalló que entre las zonas de mayor preocupación, además de la Provincia de Biobío, se encuentran zonas como 'la comuna de Arauco, aledañas a la ruta P20, sectores altos de Contulmo o el caso de la ruta de Curanilahue-Nacimiento; en la Provincia de Concepción, sectores como Rafael en Tomé, Chiguayante-Hualqui, todo lo que es el Parque Nonguén, son áreas que entendemos como prioritarias y también la Ruta de la Madera, que sabemos lo que ahí ha acontecido y la peligrosidad que siempre va a existir por la cercanía a las plantaciones forestales'.