Vacas lecheras: prevención y cuidado para estancar pérdidas en la producción

25 agosto 2016

Las enfermedades bovinas son un tema que está presente en la agroindustria, de las cuales las vacas sufren distintos síntomas y a la vez heridas que pueden proporcionar bajas en la producción como también una alerta en la leche que se deposita en los estanques de uso lácteo.
 
Actualmente, dentro de las enfermedades más comunes que se da en el rubro lechero son la mastitis, desplazamiento de abomaso y las cojeras.
 
MASTITIS Y SUS EFECTOS EN LA VACA
 
La mastitis bovina es una enfermedad que afecta a todos los rebaños lecheros, no sólo en Chile sino que a todas las lecherías del mundo y se caracteriza por ser, junto con las cojeras, la causante de mayores pérdidas en la industria lechera.
 
El docente asociado de la facultad Ciencias Veterinarias de la Universidad de Concepción, Marcos Muñoz Domon, comentó que ?aproximadamente el 30% de las eliminaciones del ganado lechero, involuntarias, son producto de problemas de salud mamarios asociados a la mastitis bovina o porque las vacas están infectadas con agentes que conllevan a esta enfermedad mamaria?.
 
El académico explicó -en primera instancia para entender esta enfermedad- que ?las vacas lecheras tienen cuatro cuartos y cada cuatro cuartos es una glándula mamaria funcional e histológicamente independiente asentada en la ubre y de la cual baja la leche por los pezones?.
 
Por lo tanto, el profesional en salud mamaria bovina, explicó que ?cuando una vaca sufre de mastitis puede tener perfectamente sólo un cuarto afectado y dar leche buena o estar sana de sus otros tres cuartos, así como puede tener dos o tres cuartos afectados o los cuatro cuartos afectados, pero lo más común es que sea únicamente un cuarto afectado?.
 
La mastitis cuando desarrolla un curso clínico en las vacas, es decir, que produce una enfermedad visible, causa dolor y generalmente altera la leche, produciéndose grumos, muchas veces también afecta el cuarto que está afectado, produciendo un aumento de volumen, endurecimiento, aumento de temperatura en el cuarto y en algunas ocasiones ataca de forma severa a la vaca produciendo fiebre y decaimiento, afectando al animal en general.
 
Las pérdidas que se pueden producir, desde el consorcio lechero, son por leche con alto contenido de células somáticas ?defensoras y cuando pasan en un límite son normales en la leche, pero cuando pasan otro limite nos indican que pudiera haber una infección subyacente -con bajo valor comercial; desecho de la leche por contaminación con medicamentos o por no ser apta para su consumo; reducción de la productividad por el daño de la ubre, entre otros.
 
Para el tratamiento, Muñoz señaló que ?es un tema que está muy en discusión en la actualidad, el tratamiento debiera ser de manera ideal  dirigido al tipo de patógeno, resultado del cultivo de la leche afectada. Lo recomendable es hacer un muestreo del cuarto afectado y dentro de las 24 horas intentar con antibióticos específicos, siempre que gravedad mamaria lo requiera?.
 
DESPLAZAMIENTO DEL ABOMASO
 
El académico de Medicina y Clínicas de Rumiantes de la Universidad de Concepción, Ignacio Cabezas, dijo que esta enfermedad ?es una indigestión que ocurre en los rumiantes, por un consumo exagerado de dietas que son muy ricas en hidratos de carbono de alta fermentación, es decir, exceso de concentrado, los que pueden producir acidez, para posteriormente generar el cuadro de desplazamientos abomazales, tanto izquierdo como derecho?.
 
Además, el profesional agregó que ?esto puede producirse porque al animal le hicieron una mala dieta o segundo, porque provocamos que el animal acceda de forma accidental al consumo exagerado y que puede producir en una primera etapa un problema de digestión aguda?.
 
Es por esto, que Cabezas, explicó que ?el estómago se tiende a hinchar y eso hace que se desplace o se tuerza hacia el otro lado del intestino, generalmente se produce cuando la dieta es excesiva, cuando se quiere obtener producciones altas y/o por desconocimiento.
 
Ante una dislocación existen dos medidas, la más habitual es una cirugía de abdomen para poder fijar el estómago que se desplaza, lo que hay que hacer es fijarla quirúrgicamente para poder dejarlo en una posición normal porque como es una acidez crónica, lo que produce es un efecto de distensión de los ligamentos que sujetan el estómago del rumiante y eso hace que se desplace a cualquier lado.
 
La segunda forma es una que se llama ?fijación cerrada? o ciega, en donde uno tiende a fijar, sin entrar a la cavidad abdominal por una cirugía, o acomoda al animal por rotación sobre la espalda y después de eso lo que se hace es fijar el estómago, escuchando este procedimiento por estetoscopio, lo fija desde afuera y se traspasa hacia la cavidad abdominal y ahí se deja fijo en un punto.
 
Para el docente en clínica bovina, el riesgo que existe de estas cirugías, ?son post operatorias y sería la condición de producir peritonitis?.
 
En relación a la recuperación de la vaca, sería como mínimo de cuatro semanas, en donde el animal comienza a mejor la capacidad productiva, pero se disminuye la producción a aquello entre un 30% a 40%.
 
La dieta que se recomienda, según Ignacio Cabezas, en vacas lecheras, es que ?haya un consumo de voluminoso (pasto verde o seco), con un ideal de 70% voluminoso y 30% de concentrado máximo, como dieta estándar?.
 
COJERAS Y LOS DAÑOS QUE DEJA EN EL RUBRO
 
A través del Programa de Bienestar Animal del Consorcio Lechero se ha buscado difundir y generar una mayor prevención, ya que las enfermedades pódales generan pérdidas en litros de leche y son una causa de eliminación de vacas desde el rebaño, costo que incluye significativamente en los predios.
 
El Dr. Borkert plantea que los problemas que provocan la cojera en los rebaños son principalmente un abandono o descuido por la salud podal de las vacas. Se olvidan que caminan dos o tres veces al día hacia la ordeña, que deben cosechar su alimento o dirigirse al comedero y que es necesario hacer una adecuada mantención de sus pezuñas, como lo son los neumáticos de nuestros vehículos.
 
También impacta un mal manejo nutricional, asociado a dietas no balanceadas adecuadamente según los requerimientos y la etapa de lactancia de los animales. Además, o hacer un buen preparto respetando los días necesarios como la alimentación que aquí corresponde de manera de preparar a la vaca para la lactancia siguiente. También se falla en no suplementar minerales, vitaminas y elementos traza que formarán una pezuña firme.
 
?Es muy difícil cuantificar la cojera en términos económicos, sin embargo, algunos ejercicios se pueden hacer teniendo en consideración que una vaca coja produce 3,64 litros menos por día en relación a una vaca sana y que las vacas cojas aumentan sus días abiertos entre 40 y 100 días. Las estimaciones que se calculan son del orden de $300.000 por vaca coja leve. Llegando a cifras sobre $1.500.000 si la cojera es muy grave y hay que hacer un secado anticipado y reemplazar el animal?, explican el Dr. Borkert y Danitza Abarzúa.
 
?Además, la vaca baja su ingesta de alimento, lo que provoca pérdidas de condición corporal, además que el dolor se va agravando con el tiempo y las pérdidas van creciendo?, enfatizan los profesionales del Consorcio.

Revista agroforestal