La necesidad de incentivar las grandes oportunidades del agro

18 agosto 2016

Bajos salarios, disconformidad en la contratación de temporeros, la necesidad de mayor y mejor infraestructura en los campos, el cambio hacia otros sectores de la economía o simplemente la decisión de emigrar a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Son las más recurrentes razones que explican la falta de mano de obra en el agro, fenómeno que viene arrastrándose durante un tiempo y que, al parecer, llegó para quedarse.
 
Para conocer un poco más a fondo sobre este escenario presente en la agricultura, los factores que influyen en él y las necesidades del sector con base en tal situación, el presidente de Socabio y productor agrícola de la zona, José Miguel Stegmeier, explicó la realidad actual de los trabajadores del sector.
 
El gremialista sostuvo que la escasez de mano de obra es una situación que se viene dando desde hace tiempo, la que de una forma se ha corregido levemente por lo que ha pasado en el norte con la minería, donde ha llegado gente a buscar trabajo. No ha sido tan crítico como fue hace dos o tres años.
 
?Pero sin duda, vamos en la dirección exacta; en definitiva, esto va a ser cada vez más complejo y de ahí, sin duda, el agricultor lo que está haciendo, hoy en día, es tendiendo a mecanizar su labores?, dijo.
 
Agregó que desde hace varios años se ha tenido un traslado importante de gente a la ciudad. Cuando la gente llega a la ciudad, pierde la vocación de ser campesina, ya que se inserta en el comercio, la industria, en otras labores o estudian más tiempo, y eso hace entonces que en definitiva el campo, desde el punto de vista de la inclusión de gente para trabajar, sea cada día menor y escaso.
 
?Nosotros hablamos de que claramente está la organización por un lado y la capacitación por otro, y para que la gente sea más productiva, que tengamos la posibilidad con menos gente de hacer más producción, obviamente eso también significa para el empleador más eficiencia y, por supuesto, para la persona que trabaja para el empleador, ingresos más altos?, sostuvo José Miguel Stegmeier.
 
Falta de incentivo
 
?Nosotros nos hemos equivocado como país en las orientaciones, porque debimos, de hace tiempo, señalar que la gran ventaja competitiva en Chile es justamente la agricultura, sobre todo en la fruta y las exportaciones del mismo rubro?, enfatizó el presidente de Socabio.
 
A su vez, añadió que en definitiva no se han encargado de comunicar a los jóvenes que las grandes oportunidades del futuro van a estar en el campo de vuelta. ?Creo que eso es un tema que nos falta como país en general, empezar a construir nuevamente lazos con las personas que están ligadas al trabajo de la tierra; yo creo que es una cosa que en Chile echamos de menos y, claramente, nuestra vocación de productores por lo menos?.
 
Inversión en trabajadores
 
En el país se tienen suficientes profesionales de alto nivel, como agrónomos, médicos veterinarios e ingenieros forestales. ?Yo creo que desde ese punto de vista contamos con gente muy preparada y que está inserta en distintas actividades dentro del esquema en que ellos estudiaron. Nos hace falta, desde más abajo, técnicos y mano de obra especializados; por ahí tenemos un faltante que no sólo se da en la agricultura, se da en todos los sectores productivos?, explicó Stegmeier.
 
Asimismo, dijo que aquí se ha tendido siempre a buscar los altos grados académicos, olvidándose de que los países se construyen con todos, con los estamentos; los más importantes, precisamente, son todos los obreros calificados o especializados en las labores que hacen, y los técnicos como rango intermedio son los que francamente aplican la tecnología directamente en cada cultivo, rubro e industria.
 
?Ahí tenemos un déficit que es cultural; en definitiva, si vemos los países europeos o Estados Unidos, Australia, entre otros, son países que justamente invierten en sus profesionales de rango intermedio, obrero especializado, técnico y, claramente, los de rango alto, pero ellos son muchas menos personas, claramente, en el mercado laboral?.
 
Proyecciones para el aumento de trabajo
 
En relación con las proyecciones de seguir evitando la disminución de mano de obra en el sector y aumentar el trabajo, el presidente de Socabio expresó que acá hay dos puntos. Obviamente, cuando uno puede pagar un poco más al haber productividad, es un atractivo; para la gente, cuando ve que la remuneración puede ser más alta, que hay mejores condiciones de trabajo, sin duda es un atractivo y eso se está produciendo. ?La gente que consigue, hoy en día, a sus trabajadores, necesita tener muy buenas interacciones en los campos, buenas remuneraciones, eso está ocurriendo?.
 
El otro problema -donde se produce el énfasis, las dificultades- es que la gente no piensa en el campo. Cualquier persona debiera decir: trabajemos en el campo, con animales, con lecherías, en fruticultura, y lamentablemente no es la opción, la ven casi tan lejana que ni siquiera la piensan.
 
?Ahí claramente nos falta culturizarnos más y entender mejor que este país va para ese camino. Se habla de que nosotros podríamos reemplazar como sector exportador a la minería, como también que somos una potencia alimentaria, pero ?mucho discurso y poco hecho?, nos falta inversión pública, orientación en la carrera, y quizás nos hace falta un poco más de apoyo académico?, acentuó Stegmeier.
 
Las condiciones del mundo rural
Por otra parte, en relación con la inserción del sector público al mundo rural, el presidente de Socabio manifestó que ?lo que pasa con el mundo público es que de alguna manera funciona más en el ámbito urbano -la ciudad-; uno cuando habla con autoridades se desenvuelven, fundamentalmente, en la ciudad con sus funciones diarias, y eso hace entonces que el campo no se vea?.
 
Agregó que cuando uno ve las cosas y las percibe de forma directa, empieza a darse cuenta de la importancia que tiene cada cosa. El país se ha transformado en uno más urbano que uno rural, y eso explica la tremenda migración que ha existido.
 
?Hoy día estamos, a diferencia de hace 50 años, con énfasis de vivir en la ciudad y no en el campo, y en parte el Estado tiene responsabilidad porque no ha dado las condiciones al mundo rural, con mayor amplitud, para que la gente se quede. Por ejemplo, no hay buenos caminos, no hay agua potable, cuesta el acceso para llegar a un destino y la movilización es escasa, cuesta que lleguen los buses, entonces la gente opta por irse a la ciudad?, concluyó José Miguel Stegmeier.