Los envíos frutícolas suben 3,6% y ya suman 2,5 millones de toneladas

Una empresa tradicional como Dole tiene un fuerte crecimiento en este año gracias a la compra de huertos. Mientras tanto Gesex, una exportadora formada por fruticultores, sigue imparable gracias a su apuesta por la nueva genética. En términos de rubros, las paltas y las cerezas muestran una demanda externa más grande que la oferta chilena.
Faltan dos semanas. A fines de agosto se cerrará la temporada 2016-2017 y con ella llega el momento de analizar los números y las tendencias que marcaron las exportaciones frutícolas en el último año. Un período, literalmente, marcado a fuego.

Las altas temperaturas fueron el caldo de cultivo para incendios que pusieron en jaque a la zona centro sur. El impacto del clima, que adelantó la cosecha y, en casos específicos, como los arándanos, afectó la poscosecha y los precios de venta.

"Esta temporada, casi prácticamente todas las especies, tuvieron un adelanto en la cosecha entre dos y tres semanas, situación que afectó especialmente a las uvas y arándanos,  generando efectos negativos en su normal proceso de comercialización, especialmente en el mercado de los Estados Unidos de América, producto del encuentro con producciones domésticas almacenadas y fruta procedente de otros países", reconoce Ronald Bown, presidente de la Asociación de Exportadores, Asoex.

Sin embargo, no todo fue desaguisados climáticos. Entre las regiones de Atacama y O'Higgins hubo una recuperación de las precipitaciones invernales, lo que aseguró un aumento de la producción de uva de mesa y paltas.

De hecho, la línea final de esta temporada muestra exportaciones por 2.462.424 toneladas, 3,6% de aumento respecto de la campaña anterior.

Los resultados comerciales, eso sí, varían bastante. Hay rubros como la uva de mesa que enfrentaron un mercado más complejo, mientras las paltas y las cerezas parecen tener una demanda que no tiene fondo.

Sin embargo, también hay notorias diferencias al interior de algunos rubros, situación que se ve amplificada por la desigual adopción por parte de los agricultores de nueva genética que permite acceder a mejores precios. El fuerte crecimiento de los volúmenes de Gesex, por ejemplo, refleja el positivo cambio que trae asociada la nueva genética.

A continuación, las cifras y el análisis del desempeño de las exportadoras en la temporada 2016-2017. Las cifras son al 7 de agosto, por lo que puede haber una ligera variación en las frutas invernales en los resultados finales.

Calor extremo

Las imágenes de megaincendios forestales marcaron el verano. La zona centro sur vivió una de sus peores emergencias desde el terremoto de 2010. Esta vez, eso sí, el clima fue el gran culpable. La ola de calor convirtió a los bosques en material combustible.

La fruticultura también recibió el golpe del calor.

"Se provocó un adelanto en la maduración de la fruta, especialmente la de primavera-verano, como los arándanos, uva de mesa, cerezas y frutas de carozo. En estas especies también se afectó su vida de poscosecha y ello implicó algunos inconvenientes de comercialización, particularmente en los arándanos. Tienen un período muy corto de poscosecha y con las altas temperaturas esta situación se agravó", afirma Isabel Quiroz, directora de iQonsulting.

La analista explica que en las especies de invierno, como kiwis, peras y manzanas, la situación fue menos grave, pues al necesitar un período más largo de desarrollo, los adelantos en las cosechas no significaron trauma. Sin embargo, en manzanas, especialmente, se vio afectado el desarrollo de color.

"A esto hay que agregar el período de los incendios en pleno verano, en precosecha, que también incidió en alzas en las temperaturas y humo, provocando un efecto pantalla que dificultó más la exposición de las manzanas a la radiación directa y falta de diferencial térmica entre el día y la noche. Con todo, en la zona central hasta el Biobío, y particularmente en el valle, la producción de manzanas de esta temporada tuvo menor coloración y ello incidió en los rendimientos de exportación", indica Quiroz.

La experta, en todo caso añade que en las zonas de la precordillera del Biobío y la zona más al sur tuvo buena calidad, a pesar de que se registraron adelantos en el inicio de las cosechas.

Dole retoma la producción

Uno de los cambios más importantes de la última década es el surgimiento y consolidación de las exportadoras armadas por productores. Ellas llegaron a quitarle una parte importante de los volúmenes a las grandes empresas. Paralelamente, muchas de las tradicionales exportadoras optaron por alejarse de la producción y enfocarse en las ventas, como forma de focalizarse en lo que mejor sabían hacer: vender fruta.

Sin embargo, la temporada 2016-2017 marcó un retorno en el péndulo. Bajo el liderazgo de Dole, las grandes exportadoras han crecido en producción propia. La firma cerró el año pasado la compra de los campos frutícolas de la familia Aresti, con lo que logró un aumento en la producción propia de manzanas y kiwis. Adicionalmente, la empresa está creciendo en huertos de cerezas y arándanos.

Adicionalmente, la firma tomó una posición más agresiva a la hora de buscar productores. Este cambio ha estado impulsado directamente de la matriz en Estados Unidos. La lectura que tienen es que el mercado para la fruta de calidad seguirá creciendo en el mundo en los próximos años. Mientras tanto, el acceso a materia prima se está haciendo más complicado por la ampliación del número de empresas exportadoras.

El resultado de esa nueva política es que Dole creció en 2016-2017 en 22.750 toneladas, 18,9% más que en la campaña anterior.

Apostar al contraciclo

En el año que Cristián Allendes lleva como presidente de Gesex solo ha sabido de buenos resultados. La temporada 2016-2017 significó que la exportadora subiera al octavo lugar entre las mayores comercializadoras frutícolas, con un crecimiento de 12,8% en su volumen.

La empresa está formada por fruticultores como Gabriel Pérez, Francisco Bezanilla, Patricio Zaldívar, Jaime Maruri, Gonzalo Hevia y Sergio Ruiz-Tagle, además de Allendes. Un grupo de ejecutivos de la empresa también tiene una participación minoritaria.

Gesex está cosechando los resultados de una estrategia que se comenzó a implantar hace un lustro, cuando Gabriel Pérez era la cabeza de la empresa. Los socios decidieron hacer inversiones contracíclicas.

"El dólar estaba a 500 pesos o menos y los socios teníamos resultados muy estrechos. Sin embargo, estábamos convencidos que ese ciclo se iba a acabar. Además, viajábamos al exterior y nos dábamos cuenta que los supermercados estaban pidiendo las nuevas variedades", recuerda Allendes.

Los socios iniciaron una fuerte renovación de sus huertos, principalmente de uvas y carozos, orientándolos a nueva genética. La idea era lograr una mejor recepción en los supermercados. En teoría, eso impulsaría la venta y los precios.

Además, iniciaron la instalación de oficinas comerciales en Estados Unidos, el Reino Unido, Holanda y China.

El navegar contra la corriente les jugó a favor de los socios de Gesex. La llegada de la nueva producción de uva de mesa, carozos y cítricos los pilló con un dólar mucho más alto y mejores precios. El ciclo virtuoso ha posibilitado nuevas inversiones en huertos.

"Recién se está expresando el aumento de la producción. Tenemos para dos o tres años, e incluso más, para crecer al ritmo que hemos tenido en las últimas temporadas", concluye Allendes.

Paltas y cerezas, las ganadoras

Más allá del esfuerzo que cada agricultor pueda hacer en la producción y la exportadora en la comercialización, solo se amplifica o amortigua el comportamiento del mercado. Y la última temporada la música sonó muy distinto dependiendo de los rubros.

Por ejemplo, en la uva de mesa, jugó en contra el alto nivel de stock de EE.UU.

"Esto seguirá así, porque en California ha crecido la superficie con nuevas variedades muy atractivas y tardías. Debido a esto, se seguirá provocando una mayor oferta en noviembre y diciembre. Para competir, Chile también necesita realizar un cambio de variedades y, sobre todo, exportar solo fruta de calidad. La otra, ya no puede competir" afirma Isabel Quiroz.

Los carozos, en tanto, tuvieron una muy buena noticia esta temporada. A fines de enero China aprobó la apertura sanitaria para los nectarines chilenos. Aunque solo una pequeña parte de la oferta logró beneficiarse, las perspectivas son positivas para el próximo año frutícola. En todo caso, los carozos siguen con bajos volúmenes -este año los envíos cayeron 6,2%- y la fruta de calidad sigue concentrada en pocas manos. Lo positivo es que, por ahora, en la ventana de la temporada en que produce Chile casi no hay competencia.

Donde no hay sombras en el análisis, es en las paltas. La producción se ha reactivado por el mejor acceso al agua en los valles de Petorca, La Ligua y Aconcagua. Además, la demanda internacional sigue marcando récords.

"La palta pasó de ser un producto étnico a uno globalizado", resume Manuel José Alcaíno, presidente de Decofrut.

La temporada 2016-2017 acumula envíos por 146.826 toneladas, un crecimiento de 31,9% en el último año.

Alcaíno explica que en ese volumen no solo ha influido el mejor acceso a riego, sino que también la salida de paltas que originalmente estaban destinadas al mercado interno. Aunque los precios locales son altos, los externos están resultando incluso mejores.

De hecho, Isabel Quiroz proyecta que, por lo menos, por los próximos cinco años la demanda internacional seguirá superando a la oferta.

En las cerezas, en tanto, vivieron un aumento aparentemente interesante, de 13,9%, sumando 95.393 toneladas en la temporada 2016-2017. China, mercado al que va más del 80% de la oferta chilena, parece no tener fondo y el aumento de la oferta estuvo acompañada con precios más altos que en temporadas anteriores. Sin embargo, el análisis tiene un matiz: nuevamente no se expresó el potencial de producción acorde a la superficie plantada. Esta vez, fueron las heladas de fines de invierno y comienzos de la primavera.

En tanto, en los arándanos, la mayor oferta peruana presionó el comienzo de la temporada chilena. Posteriormente, los problemas de vida de poscosecha que trajo consigo la ola de calor del verano sumó nuevos dolores de cabeza en la comercialización.

Aperturas sanitarias a la vista

"Esta temporada se debe destacar el ingreso de nuestros nectarines a China, que implicó la exportación la temporada pasada de más de 350.000 cajas, la reapertura del mercado de Vietnam para las uvas y la próxima entrada en vigencia de nuevas disposiciones técnicas para las exportaciones de arándanos y paltas a India, todo lo cual ha sido producto de un trabajo conjunto con las autoridades del Servicio Agrícola y Ganadero" explica Ronald Bown.

El presidente de Asoex destaca también el inicio de las negociaciones sanitarias para el ingreso de peras en China y de paltas a Corea del Sur.

Otro avance para el agro fue la puesta en marcha del Sitio de Inspección Fitosanitaria de Cabrero en enero, inaugurado por la Presidenta Michelle Bachelet, y que opera bajo un convenio tripartito SAG-USDA/APHIS y Asoex. La instalación maneja más de 2, 7 millones cajas de frutas, principalmente arándanos, pomáceas y cerezas, y permite agilizar las crecientes exportaciones frutícolas de la zona sur.

18,9% creció Dole en la presente temporada, con un aumento de 22.750 toneladas

12,8% en volumen fue el crecimiento de Gesex, que la ubicó como la octava comercializadora

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