Prevén auspicioso año para remolacha

110 toneladas de remolacha limpia por hectárea (base 16%) es el rendimiento promedio esperado para esta temporada.
Un marcado optimismo por lo que será la temporada 2017-2018 expresaron los remolacheros de San Ignacio, quienes han logrado en los últimos años rendimientos muy por sobre el promedio.

Según Luis Bocaz, productor de San Ignacio y secretario de la Asociación de Remolacheros de Ñuble, la seguridad de abastecimiento de agua que han logrado los llamados "blancos" de San Ignacio (predios que quedaron fuera del sistema de riego Laja-Diguillín) ha sido un factor clave en el logro de los buenos resultados, así como también el manejo técnico de los cultivos, según las indicaciones que entregan los profesionales que trabajan en conjunto con Iansa y que prestan asesoría a los productores.

En los sectores San Antonio y La Greda, en San Ignacio, se concentra un buen número de productores que obtuvieron altos rendimientos en la temporada que concluye (2016-2017). Son los casos de Fredy Sepúlveda (130 ton/ha), Pedro Lagos (155) y Víctor Moncada (150). A ellos se suman Luis Bocaz, que logró 152 toneladas en la temporada 2015-2016, y Abel Moncada, que con 162,4 toneladas logró el mayor rendimiento en superficies medianas de Ñuble.

Los remolacheros destacaron otros factores, como el uso de nuevas variedades de semillas mejoradas (este año se introdujeron Morelia y Mafalda), el riego tecnificado, el mejoramiento de suelo, el paquete tecnológico y altos niveles de mecanización, lo que ha permitido reducir el uso de mano de obra.

"Por ello es muy importante contar con el embalse Zapallar, porque eso nos permitirá aumentar la superficie con seguridad de riego en esta zona, un proyecto que es parte del sistema Laja-Diguillín, que cuando se concrete permitirá aumentar las hectáreas destinadas a remolacha, cuyos retornos se ubican entre los más altos entre los cultivos anuales", afirmó Bocaz, quien dijo que esperan que esta temporada exista mayor disponibilidad de agua y se logre una mayor superficie.

Altos retornos

Marcelo San Martín, presidente de los remolacheros de Ñuble,  destacó entre las ventajas del cultivo la existencia de un contrato. "El precio es conocido al momento de la siembra, tenemos seguridad en la entrega y el crédito que nos da Iansa, y que permite financiar la compra de semillas y todas las necesidades del cultivo, incluso para el arriendo del predio".

En ese sentido, los productores plantearon que la ganancia por hectárea puede ser de $1 millón 500 mil para los más eficientes, considerando que los costos oscilan entre 80 y 100 ton/ha.

Según la Seremi de Agricultura, las intenciones de siembra en Ñuble llegarían a 6.200 hectáreas en la temporada 2017-2018 -la fase de siembra se extiende entre agosto y septiembre-, lo que representaría un aumento de 11% respecto a las 5.568 hectáreas de 2016-2017.

La Discusión